Amor Prohibido - Freeman2

Amor Prohibido.

El amor puede ser un problema a veces, y Daniel Fenton es una viva muestra de esto, intentando conquistar a la joven mas popular de la escuela, descubre sus sentimientos hacia su mejor amiga, con quien a compartido algo mas que una amistad, incapaz de poder decidir cual seria la mejor chica para el, Daniel desearía poder amar a dos personas por igual, sin embargo, como todo deseo este tiene un precio y sin darse cuenta, su deseo se volverá realidad, cuando su otra mitad, decida amar a alguien mas.-


<sub>-.Prologo.-


Amor fraternal: es el amor a todos los seres humanos; se caracteriza por su falta de exclusividad. Si he desarrollado la capacidad de amar, no puedo dejar de amar a mis hermanos. El amor fraternal se basa en la experiencia de que todos somos uno. Las diferencias en talento, inteligencia, conocimiento, son despreciables en comparación con la identidad humana común a todos los hombres.


¿Existe el amor verdadero?, o no es más que una mentira, acaso es locura o simplemente un deseo pasajero nacido de una ilusión, la cual se desvanece con el tiempo dejando solamente dolor y sufrimiento. El amor nos envenena, nos consume por dentro obligándonos a realizar acciones que no deberíamos, sin embargo nadie que haya estado realmente enamorado se arrepentiría de sus actos, y es por eso que no me arrepiento de este amor, esto es lo que yo deseo, la amo y no puedo negarlo mas, ha llegado la hora de estar juntos y nadie podrá interponerse, es esta mi decisión, y estoy dispuesto a sacrificarlo todo por ella. No puedo pedirte que entiendas, pero en cierto modo se que lo haces.-


“Es una locura…”, susurro una voz entre la oscuridad, aquellas palabras hacían eco una y otra vez en su mente, perdiéndose en el vació de la noche.

Un relámpago ilumino el firmamento, el destello enceguecedor, fue capas, aunque fuese de forma parcial, de iluminar el lugar, revelando miles de sombras a su alrededor, la tenue iluminación que provenía de los faros del callejón, solo contribuía para dar un aspecto mas sombrío al pasillo de aquella casa,  pero era mas que suficiente para que aquella persona caminase libremente a través de la densa oscuridad, las primeras gotas de lluvia golpearon las ventanas, deslizándose ligeramente por el vidrio.

“Esta mal”, murmuro nuevamente, mientras caminaba lentamente hasta la puerta que se encontraba al final del pasillo, su respiración se encontraba muy agitada, pero debía calmarse y procurar no hacer ruido para que nadie pudiera descubrirlo.-

“No…”, grito en su mente, intentando desistir de su propósito, acaso había perdido el juicio, se dijo así mismo, dando un paso atrás, no era posible que estuviese ahí y mucho menos que pensase en hacer algo como lo que su mente le dictaba, “Salgan de mi cabeza”, grito internamente en agonía, intentando borrar cada una de las fantasía que su imaginación le mostraba, aquello había comenzado como algo inofensivo, incluso no parecía haber nada malo en ello,  pero con el tiempo, aquel cariño se había convertido en una insaciable perversión, su corazón comenzó a palpitar  rápidamente, mientras sus pensamientos envenenaban su mente, obligándolo a concebir ideas con los que nunca hubiese soñado.-

“Esto debe terminar”, se dijo alejándose lentamente de la puerta, su incontrolable deseo se había convertido en una obsesión, sabia que estaba mal, pero, dentro de el algo lo anhelaba con fuerza, y era aquella extraña sensación la que parecía obligarlo a llevar a cabo tales acciones. BRUMMM un nuevo relámpago hizo su aparición en el cielo, encegueciendo al joven por un instante, su cuerpo comenzó a temblar, coloco sus manos sobre su pecho, ahora su mirada estaba llena de locura, su mente estaba completamente perturbada, estaba seguro de haber perdido la poca cordura que le quedaba, miro a su alrededor, asegurándose de que nadie le hubiese descubierto.-  

“Que es lo que me sucede”.- exclamo recostando su espalda contra la pared, doblando sus rodias para deslizarse lentamente hasta caer sentado en el piso.-

“Porque te resistes”, dijo una voz dentro de su cabeza, “Hasta cuando seguirás reprimiéndome”, exclamo con furia.-

“No…, no puedes obligarme”, le respondió a aquella extraña voz, mientras movía su cabeza de un lado a otro en señal de negación. “No dejare que lo hagas”

“Tonto”, le respondió con burla, “Soy yo el que no te lo permitirá”, un intenso dolor se apodero de su cabeza al escuchar estas palabras, “Estoy cansado de ti”, le injurió, “Eres un cobarde, incapaz de confesarle tus sentimientos a la mujer que amas, pero yo no soy como tu, y no dejare que sigas ocultando mis sentimientos por ella”.-

“Lo que tu quieres es una locura, no puedes amar a esa persona”.-

“Pero lo hago”, respondió con un tono de orgullo y maldad, “Y tu también aprenderás a hacerlo, cuando finalmente pueda tomar el control”.-

“Nunca te lo permitiré”.- respondió frunciendo el seño con mucha fuerza

“No importa cuanto te resistas”.- se burlo al ver el inútil esfuerzo del joven por resistirse a sus palabras, “No podrás impedir que ella y yo estemos juntos”.- amenazo incrementando su sufrimiento.-

“Vasta…”, grito en su mente, “Detente”, le rogó, hasta que finalmente la voz se acallo.-

“Eres débil”, exclamo el joven dibujando una sonrisa en su rostro y retirando sus dos manos de su cabeza, “Como puedes ver, ahora yo tengo el control”, dijo con un tono de voz completamente diferente, levantando su rostro y revelando de esta forma un extraño brillo rojo en sus ojos.-

Ahora parecía como si el joven fuese otra persona, apoyo sus manos en el piso para poder ponerse de pie, camino por el pasillo acercándose a aquella habitación, extendió su mano para tomar la perilla de la puerta, para su sorpresa esta no estaba completamente cerrada, su cuerpo comenzó a temblar de la emoción.-

El ruido de la lluvia al caer sobre el techo, logro opacar el sonido que produjo la puerta al abrirse, el joven entro lentamente a la habitación, y cerro la puerta detrás de el asegurándose de cerrarla por completo, el lugar estaba oscuro, solo una pequeña luz que provenía de afuera, ayudaba a visualizar un poco del lugar, el joven camino lentamente por la habitación tropezando con unos libros que se encontraban en el piso, extendió su mano para asegurarse de no tropezar con algún otro objeto que pudiese alertar su presencia, con suficiente cautela finalmente logro llegar hasta una pequeña mesa en la esquina de la habitación, justo a un lado de la ventana, la luz del exterior iluminaba en ese punto; miro detenidamente lo que se encontraba sobre la mesa, unas cuantas fotografías, un bolso, un lápiz labial, algunos libros y un cuaderno abierto en el que al parecer alguien había estado escribiendo, estos eran solo algunos de los objetos que se encontraban ahí.-  

“Uhm……”, se escucho un murmullo

El joven se dio la vuelta desviando su atención de la mesa, y fijándola en la silueta que se encontraba reposando en la cama justo detrás de el, se acerco lentamente, deteniéndose justo a un lado de ella, afuera la lluvia había comenzado a disminuir, pero el ambiente aun se sentía frió. El joven miro por unos instantes a la persona que reposaba en la cama, debajo de la sabana blanca, extendió su mano con un poco de vacilación,  tomando un pequeño extremo de la misma, lentamente comenzó a retirarla, dejando al descubierto a la persona debajo de ella.-

“Eres hermosa”/, murmuro suavemente al observar detenidamente a la joven quien se encontraba dormida sin darse cuenta de lo que estaba ocurriendo, su pecho se movía lentamente con cada respiro, el joven la observo con fascinación, al verla dormir escasamente vestida, dejando al descubierto casi todo su cuerpo, “uhmm” murmuro la joven por un instante al sentir un poco de frió.-

“Shi…”,  exclamo intentando evitar que despertara, se acerco a ella, y suavemente deslizo su mano acariciando su rostro.-

Aquella escena había sido igual todas las noches durante las ultimas semanas, para el, aquellos encuentros eran algo que atesorar, y cada noche esperaba impaciente ese momento,  inclino un poco su cuerpo y acerco su rostro al de ella, la miro fijamente por un instante, sus labios se acercaron, sin embargo se detuvo justo antes de poder juntarlos con los de ella. “No es el momento”, se dijo controlando sus impulsos,  alejo su rostro lentamente, pero aun no satisfecho deslizo su mano por el hombro de la joven retirando el tirante de su sostén, dejando casi al descubierto su pecho.- “No se cuanto mas podré resistirlo”, murmuro mirando el rostro de la joven.-

“Uhm…”, murmuro ella nuevamente, pero esta vez su mano comenzó a moverse buscando la sabana para poder cubrirse.-  

El joven tomo la sabana por el borde, y la cubrió con ella nuevamente, para así evitar que ella despertase, ahora se sentía satisfecho, y era hora de partir, se dio la vuelta y cautelosamente camino hasta la ventana, miro el exterior por un segundo asegurándose que no hubiese nadie afuera, una vez seguro de que el camino estaba despejado, estiro su mano derecha tocando con ella la ventana, y como si se tratase de un truco de magia su mano al igual que su cuerpo comenzaron a desvanecerse, permitiéndole de esta forma atravesar la pared de la habitación, y salir al exterior.-


Las gotas de lluvia se estrellaban suavemente en el rostro del joven quien surcaba libremente los cielos, la luz de la luna revelaba finalmente su apariencia, vestía un extraño traje negro, con una letra D de color blanca que adornaba su pecho, su cabello era blanco y su piel clara, sus ojos completamente rojos destellaban una extraña maldad en su ser.-

Por un instante, parecía que el extraño joven solo volaba en círculos, como si celebrase de alguna forma lo que había hecho en aquella habitación, mas tras un instante de sobrevolar el cielo sin algún aparente destino, finalmente se dispuso a descender en dirección de una casa, la calle estaba sola lo cual era un alivio para el, se acerco a la ventana de una habitación que se encontraba en el segundo piso, y al igual que la ultima vez su cuerpo se desvaneció lentamente, pudiendo de esta forma entrar por la ventana sin necesidad de abrirla.

La habitación estaba completamente oscura, sin embargo sin necesidad de mucho esfuerzo el joven pudo encontrar el interruptor de la luz, como si supiese en donde encontrarlo. La habitación se ilumino, el lugar era un desastre, ropa por todos lados, algunos cd’s en el piso fuera de sus respectivas cajas, en compañía de algunos libros y cuadernos de diferentes materias, unos carteles de naves espaciales, con sus respectivos modelos, aquel lugar parecía ser la habitación de un completo aficionado al espacio.

El extraño joven camino por la habitación acercándose a la cama que estaba en medio de todo aquel desorden, “Uhmm…” murmuro sintiendo un extraño dolor en el pecho el cual le hizo tambalear un poco, “Aun no te has rendido”, exclamo aparentemente para si mismo, colocando su mano derecha sobre su pecho, “No importa”, sonrió con un poco de ironía, “Por ahora e tenido mas que suficiente, pero pronto no tendré que seguir soportándote, porque finalmente e encontrado la forma de deshacerme de ti”, exclamo, dirigiéndose, aparentemente, al dolor que le agobiaba.-

Un extraño destello ilumino la habitación, seguido de la aparición de un extraño arco de energía a la altura de la cintura de el extraño joven, el cual se dividió en dos aros iguales, el primero se deslizo de la cintura hacia arriba y el segundo de la cintura hacia abajo, desvaneciéndose al llegar a la altura de la cabeza y los pies, dejando al descubierto a un joven completamente diferente, el cual se desplomo sobre la cama.-

“¿Que… Que sucedió?”, pregunto el joven al ver que se encontraba en su habitación después de unos minutos de inconciencia, “¿Que es lo que paso?”, se pregunto nuevamente apoyando sus dos manos sobre la cama para ponerse de pie, su cabeza le daba vueltas y casi estuvo a punto de perder el equilibrio y caer sentado al piso, espero un instante para que su mente pudiera aclararse, efectivamente se encontraba en su habitación, pero no recordaba como había llegado ahí, “No puede ser”, se dijo así mismo, al notar que sus ropas estaban mojadas, “Acaso…., no fue un sueño”.-</sub>